A veces, el proceso creativo comienza de una forma muy espontánea.
Encuentras por la calle un marco plateado que alguien a desecho y que para tus ojos se presenta como un tesoro desconocido.
Muchas veces los procesos empiezan con un simple “¿Qué voy a poner aquí?”. El hecho de recolectar cosas desperdiciadas resulta a veces muy enriquecedor. Siempre que sean de cierta calidad y que estén en buen estado. En este caso os recomiendo que lo que encontréis lo tengáis en cuarentena bien limpio y después le deis un tiempo máximo para darle un nuevo uso. Así evitareis recolectar demasiados cachivaches y malas experiencias.
Al ver el marco tan dorado y brillante en seguida pensé en las latas de refresco que brillan de esa forma, así también cerraba el círculo del objeto encontrado enmarcando un objeto desechado.
Un proceso muy liviano, agradable y divertido.
