La curiosidad hace que la mente encuentre y descubra elementos genuinos. Así pues, mientras realizaba un trabajo pictórico en una clase de pintura de la facultad, me sentí atraída por las composiciones cromáticas que se producen aleatoriamente en los agarraderos y bases de lo caballetes que, como es normal, otros alumnos utilizan diariamente estos caballetes, sin prestar demasiada atención a las manchas que producen en los apoyos de los lienzos. Estas pequeñas piezas nos muestran una incontable superposición de horizontes cromáticos, que si dejamos que la imaginación nos hable, podemos ver, campos de lavanda, bosques lejanos, marinas o enormes tormentas.
El momento en el que decidí tomar estas piezas como base de la serie, fue cuando encontré antiguos caballetes amontonados para ser recogidos por la empresa de residuos de la facultad… recordé esos paisajes que aparecen de forma casual y pensé que sería una pena que se perdieran.
Gracias a la oportunidad de presentarme en el concurso de reciclaje RECICLAR-ARTE estos “paisajes encontrados” podrían tener un sitio y una nueva función. Así fue como, al recolectar estas piezas y al mejorar su presentación estuvieron listas para mostrarse al público en la exposición de reciclarte durante los días 27 de mayo al 31 de junio del 2014.
